miércoles, 3 de marzo de 2010

7. MUJERES PENSADORAS : BEAUVOIR, FRIEDAN, ZAMBRANO


1. SIMONE DE BEAUVOIR (1908 - 1986)


El nombre de Simone de Beauvoir representó, para muchas mujeres del pasado y aún cercano siglo XX, el símbolo de la mujer contestataria y militante del movimiento feminista en unos momentos cruciales de acontecimientos históricos y culturales de la vida cotidiana de Francia. En su vida confluyeron dos facetas que se identificaron entre sí a través de su personalidad: la de mujer invitando a la emancipación femenina y la de escritora cuya obra será tema de polémica en los medios literarios del momento con sus defensores y detractores de una mujer con una fuerte personalidad y que marcó un antes y un después del momento en el que se dio a conocer.


A. VIDA

Perteneciente a la clase burguesa que perdió todos sus bienes cuando su padre invirtió gran parte de su capital en negocios que terminaron arruinándole. Esto provocó un giro radical en sus vidas. Tuvieron que trasladarse a un piso en malísimas condiciones y su padre encontró un trabajo como vendedor de publicidad en un periódico:. Esta situación lo sumió en una profunda depresión (alcoholismo, vida licenciosa) .

Simone y su hermana fueron educadas en los fundamentos de la religión católica. Simone pronto se rebeló contra todo lo que le habían impuesto y decidió ir a estudiar la carrera de filosofía en la Sorbona .

Conoció en la Universidad a Jean-Paul Sartre, también estudiante de filosofía. Y poco después, en 1929, es cuando comienzan una relación amorosa que se caracterizó por ser libre y moderna y a veces incluso escandalosa. Esta relación duraría prácticamente toda su vida. Gracias al contacto con Sartre se unió al grupo de su compañero a la vez que daba clases de filosofía en distintas ciudades de Francia como París o Marsella.

La II Guerra Mundial influyó notablemente en su manera de ver la vida: en 1943 (Paris invadida s por el ejército alemán), Simone decidió abandonar la docencia optando por dedicarse exclusivamente a escribir. En este momento comenzó su nueva vida ya que se unió a la Resistencia francesa y escribió su primera novela, ,La invitada, que tendrá como tema la libertad y la responsabilidad individual.

También hablará de este tema en sus siguientes escritos como son "La sangre de los otros" escrita en 1944 y "Los Mandarines" escrita en 1954.

Con el fin de la guerra Simone comenzó a trabajar en la revista Les Temps Modernes cuyo director era Sartre. Durante estos años realizó numerosos viajes recorriendo gran parte de Europa, Cuba, China o Estados Unidos.


Toda su literatura se vio influenciada por los postulados del existencialismo, la filosofía defendida por Sarte.

Pronto empezó a escribir sobre las mujeres y en 1949 publicó “El segundo sexo”: el ensayo feminista más importante del siglo XX en el que la autora trata de analizar la condición de la mujer occidental desde un punto de vista histórico, filosófico y político (recordemos que Simone fue una de las mujeres que firmo en el famoso Manifiesto de las 343, publicado por el periódico Le Monde en 1971, conocido también como el de las 343 sinvergüenzas que abortaron).

En 1947, su relación amorosa con Sartre se rompió. Mantuvo otras relaciones amorosas pero siempre siguió unida a él a lo largo de toda su vida. Volvió con él , ya enfermo ( éste muere el 15 de abril de 1980).

Simone murió el 14 de abril de 1986 en la ciudad donde nació, París.


B. EL EXISTENCIALISMO DE BEAUVOIR

Beauvoir no se consideraba a sí misma como filósofa porque concedía ese rango únicamente a los creadores de sistemas . Esta excesiva modestia fue resultado de la temprana rendición de Beauvoir frente a Sartre .

Como movimiento filosófico, el existencialismo se desarrolló en Europa, primero en Alemania y luego en Francia, a consecuencia de la tremenda crisis provocada por las dos guerras mundiales. El mundo dejó de ser un lugar apacible y el proyecto ilustrado de una humanidad que conquistaría la justicia y el bienestar social con la sola fuerza de su razón fracasó por completo. Ni siquiera la ciencia o la técnica se mostraban útiles para mejorar el mundo. El hombre convertía en instrumentos de dominio y devastación todos los saberes.

Temas principales

Debido a la diversidad de posiciones que se asocian al existencialismo, el término no puede ser definido con precisión. Se pueden identificar, sin embargo, algunos temas comunes a todos los escritores existencialistas. El término en sí mismo sugiere un tema principal: el énfasis puesto en la existencia individual concreta y, en consecuencia, en la subjetividad, la libertad individual y los conflictos de la elección.

1. Individualismo moral

Desde Platón han mantenido que el bien ético más elevado es el mismo para todos:

en la medida en que uno se acerca a la perfección moral, se parece a los demás individuos perfectos en el plano moral.

El filósofo danés del siglo XIX Sören Kierkegaard, el primer escritor que

se calificó de existencialista, reaccionó contra esta tradición al insistir en que

el bien más elevado para el individuo es encontrar su propia y única vocación.

2. Subjetividad

Importancia de la acción individual apasionada al decidir sobre la moral y la verdad.

la experiencia personal y actuar según las convicciones propias son factores esenciales para llegar a la verdad.

(Kierkeegaard)

La claridad racional es deseable pero las materias más importantes de la vida no son accesibles a la razón o a la ciencia

3. Elección y compromiso

La primera característica del ser humano es la libertad para elegir; incluso la negativa a elegir implica ya una elección

“El hombre no es ni una piedra ni una planta, y no puede justificarse a sí mismo por su mera presencia en el mundo. El hombre es hombre solo por su negación a permanecer pasivo, por el impulso que lo proyecta desde el presente hacia el futuro y lo dirige hacía cosas con el propósito de dominarlas y darles forma. Para el hombre, existir significa remodelar la existencia. Vivir es la voluntad de vivir”.

S. de Beauvoir: Por una moral de la ambigüedad

4. Temor y angustia

Es crucial para el espíritu reconocer que uno tiene miedo no sólo de objetos específicos sino también un sentimiento de aprehensión general, que Kierkeegaard llamó temor. “la angustia lleva a la confrontación del individuo con la nada y con la imposibilidad de encontrar una justificación última para la elección que la persona tiene que hacer “


C. LITERATURA Y EXISTENCIALISMO

Simone de Beauvoir plantea varias posturas con respecto al poder de la literatura y la actividad literaria:

1. Búsqueda de la totalidad

Concepción existencialista de la vida: EL individuo entiende el mundo desde su propia existencia. Nuestra experiencia del mundo es limitada

“ el hombre se ve imposibilitado de sobrepasar su propia subjetividad” (Sartre, Jean-Paul 1980: 23).

Por lo tanto , el mundo es una totalidad destotalizada. Cada individuo se enfrenta a ella de una manera particular, según su cultura, idiosincrasia, proyectos, etc.,

Estas experiencias dejan huellas efímeras que nuestra propia memoria no puede revivir

2. La angustia es una condición innata para la creación, por lo tanto no debe ser menospreciada porque la angustia es un sentimiento natural y porque ella es la que motiva la escritura.

Pero, ¿por qué escribir sobre la angustia?

Porque la angustia, la soledad y la muerte encierran la singularidad del individuo.

La literatura muestra que estas experiencias son también comunes a todos los hombres:

“Es preciso hablar del fracaso, del escándalo, de la muerte, no para desesperar a los lectores, sino, por el contrario, para tratar de salvarlos de la desesperación”

3. Literatura y diálogo humano

La literatura “es la única forma de comunicación capaz de entregarme lo incomunicable, capaz de proporcionarme el gusto de otra vida”.

4. Diálogo humano sincero

¿Se puede hablar de un diálogo humano sincero?

La literatura produce un diálogo: me identifico con otras experiencias ajenas a las mías, porque la literatura me traslada a otros mundos parecidos o diferentes al mío, sin salir de mi espacio físico.

Me veo lanzada a un mundo que tiene sus valores propios, sus propios colores; no me lo anexo, sino que se mantiene separado del mío y sin embargo existe para mí”


D. OBRA

Antes de ser fiel testigo de la evolución del existencialismo ya había dado muestras de su concepción personal al escribir en 1943 La invitada, su primer libro en el que plantea el problema de las relaciones interpersonales agravadas, en este caso, por los celos

Con esta obra ( enfrentamiento entre dos mujeres Françoise y Xaviere, la invitada que se va inmiscuyendo en su vida y va anulando su autonomía moral) no sólo presenta la imagen de una nueva mujer, inteligente, enérgica y determinada, sino que da a conocer una tendencia que irá consolidándose con el paso del tiempo: su feminismo.

Otras novelas que siguen en esta línea:

Sangre ajena ( 1945) ( y Todos los hombres son mortales ( 1946)

La mujer rota se compone de tres relatos que narran las vidas de tres mujeres que se encuentran sin escapatoria

“Me siento solidaria de las mujeres que han asumido su vida y que luchan por lograr sus objetivos; pero eso no me impide –al contrario- interesarme por aquellas que, de un modo u otro, han fracasado, y por esa parte de fracaso que hay en toda existencia”, dice al respecto de Beauvoir.

- “La edad de la discreción”, la protagonista se estrella con el ineludible paso de los años. Está resignada a la compañía fútil de su marido, con quien está sujeta a vivir la vejez sin tener elección.

- “Monólogo”, es el desahogo de una mujer que ha quedado sola a causa del egoísmo. Es una mujer resentida de quienes alguna vez estuvieron a su lado, la histeria y la rabia de la mujer recluida en su casa una noche de final de año es sobrecogedora.

- “La mujer rota”, la historia de una mujer desgarrada frente a la infidelidad de su marido, que él confiesa cuando ella le pregunta si tiene otra mujer. Al perder su amor y verlo alejarse se da cuenta del error que cometió al construir su vida asentada en la subordinación conyugal, desperdiciándose a sí misma


Pero su obra de mayor impacto es la ensayística

El segundo sexo. Se propone describir y desmitificar la condición de la mujer. Parte de un análisis de los hechos, los mitos, supersticiones, ideologías y experiencia personal para demostrar quese trata dde una imagen convencional y pone en entredicho “la naturaleza femenina” y “ el eterno femenino”

La pretendida psicología femenina no es más que el resultado de unos condicionamientos educativos y sociales. La diferencia entre los sexos es pura conveniencia impuesta por la sociedad. “No naces mujer, sino que te haces mujer” .

A partir de ahí culturalmente entendemos que el ser mujer biológicamente tiene una representación social, pero que sobre todo las condiciones de marginalidad y discriminación tienen que ver en cómo se construye el ser mujer, que se hace en la desigualdad, no en la diferencia sexual, que es importante e innegable, sino en la desigualdad.

El libro termina animando a las mujeres a luchar contra esta especie de alienación a la que la sociedad burguesa pretende reducirlas en nombre de una tradición infundada y una naturaleza manipulada

Pero 'El segundo sexo' es mucho más que una declaración de principios feministas. En palabras de la catedrática de Filología de la Universidad de Oviedo Socorro Suárez Lafuente, también experta en el legado de la filósofa, este libro es «una reflexión» que va mucho más allá del feminismo activo. «De hecho es escrito mucho antes de que Simone de Beauvoir inicie su militancia. Se trata de una obra en la que la autora se pregunta una serie de cuestiones trascendentales». ¿Dónde están las mujeres? ¿En qué momento quedó determinada la dependencia del hombre? ¿Cuándo y por qué se acepta esa dependencia, cómo se convencen las mujeres de que, efectivamente, no son independientes?

La compañera de Sartre, «que debería recordarse al margen del filósofo», fue una de las primeras mujeres que intentó una explicación filosófica y, por tanto, una teoría de la subordinación de las mujeres tanto a nivel social como individual.


En Los mandarines relata al amparo de una trama novelística, las ilusiones y decepciones de los intelectuales después de la Segunda Guerra Mundial y su difícil adaptación a un mundo colocando ante el dilema de elegir entre un sistema capitalista preconizado por los Estados Unidos, y la doctrina comunista de la Unión Soviética

Con Memorias de una joven formal entra de lleno en el género autobiográfico para recordar las diferentes etapas de su vida. Es un canto a la vida donde la serenidad inspirada por la proximidad de la vejez tiñe de melancolía esta visión retrospectiva

En Por la fuerza de la edad y en Por la fuerza de las cosas hace explícito su alegato feminista y analiza los problemas que aquejan a la mujer además de describir la evolución de su vida intelectual a lo largo de los últimos treinta años


2. BETTY FRIEDAN (1921- 2006)


Simone de Beauvoir constituye un brillante ejemplo de cómo la teoría feminista supone una transformación revolucionaria de nuestra comprensión de la realidad. Y es que no hay que infravalorar las dificultades que experimentaron las mujeres para descubrir y expresar los términos de su opresión en la época de la "igualdad legal". Esta dificultad fue retratada con infinita precisión por la estadounidense Betty Friedan: el problema de las mujeres era el "problema que no tiene nombre", y el objeto de la teoría y la práctica feministas fue, justamente, el de nombrarlo.

Nacida en el seno de una familia de origen judío, Betty realizó estudios de psicología en la Universidad de Berkeley y empezó a trabajar como redactora, escribiendo primero para Federated Press (1943-1946), servicio de noticias del que se nutrían la mayoría de los periódicos sindicales, y más tarde para UE News (1946-1952), publicación oficial de United Electrical, Radio and Machine Workers of America, sindicato radical en la lucha por la justicia social para los afroamericanos y para las mujeres trabajadoras.


En Nueva York conocería a Carl Friedan, productor y ejecutivo de una agencia de publicidad con el que se casaría en 1947 y que le daría tres hijos, antes de que la pareja se divorciara tras veintidós años de matrimonio, en 1969. En 1952, cuando se encontraba embarazada de su segundo hijo, Betty fue despedida de su trabajo. Escribió en esta época el artículo “I say: Women are People Too” (cuyo borrador fue rechazado por varias revistas para mujeres, más interesadas en publicar artículos sobre decoración y cocina), que reflejaba la pérdida colectiva de identidad de las mujeres de su generación y la llevaron a iniciar un análisis de campo sobre el papel que, en la sociedad estadounidense de la posguerra y la guerra fría, se asignaba a las mujeres.

El resultado de este estudio fue La mística de la feminidad (1963), un exhaustivo análisis del papel de las mujeres de clase media “convertidas por la sociedad en amas de casa sin recursos propios”, y referente indispensable (al igual que El segundo sexo de Simone de Beauvoir) para la configuración del movimiento feminista de la década de 1970.

En los años inmediatos a su publicación, La mística de la feminidad, que obtuvo el premio Pulitzer en 1964, se convirtió en un auténtico best-seller (las ventas superaron los tres millones de ejemplares) y puede decirse que marcó un antes y un después en la historia del siglo XX, pues dio forma al movimiento feminista urbano de clase media. Cada vez más implicada en acciones en pro de la equiparación de los derechos de las mujeres, en 1966 Friedan, con otros 27 hombres y mujeres, sentó las bases de la National Organization for Women (NOW, Organización Nacional para las Mujeres), organismo que presidió hasta 1970.

Como fundadora y dirigente de la NOW, Friedan tomó posiciones extremas en asuntos como la igualdad de salarios, las oportunidades de promoción y otros derechos que hoy lo son por ley, pero que entonces ni siquiera llegaban a borrador. Destacaron sus presiones al Gobierno estadounidense para que prohibiese la discriminación en el trabajo, y a las aerolíneas para que suprimieran la política de emplear tan sólo a mujeres solteras menores de treinta y dos años como azafatas de vuelo.

Uno de sus primeros actos públicos tuvo lugar en Nueva York el 26 de agosto de 1970, coincidiendo con el 50º aniversario del sufragio femenino, cuando encabezó la Huelga por la Igualdad de las Mujeres (Women’s Strike for Equality), una jornada reivindicativa que incluía la exigencia del “aborto gratis e inmediato” y que congregó a más de 50.000 personas.


En 1971 fundó dla National Women’s Political Caucus (NWPC, Comité Político Nacional de Mujeres) y la National Association for the Repeal of Abortion Laws (NARAL, Asociación Nacional para la Revocación de las Leyes contra el Aborto), empresa en la que la acompañaron Bernard Nathanson y Larry Lader y que después se convertiría en Naral Pro Choice.

Colaboradora habitual de McCall’s, Harper’s, The New York Times, The New Republic y The New Yorker, escribió numerosos trabajos sobre los derechos de las mujeres. Entre sus obras posteriores a La mística de la feminidad destacan La segunda fase (1981), La fuente de la edad: vivir la vejez como una etapa de plenitud (1993) y el libro de memorias Mi vida hasta ahora (2000


3. MARÍA ZAMBRANO (1904- 1991)


  1. CRONOLOGÍA
    Esta cronología se ha dividido en cuatro etapas, que corresponden a otros tantos periodos decisivos de la vida y la obra de la ilustre intelectual española.

1904-1939pa formativa:

1904-1940Sus estudios en la Universidad de Madrid y sus primeros pasos como escritora; de su inserción en la vida intelectual madrileña en los años veinte y treinta; y por último, de su participación destacada en la contienda bélica de 1936 y su compromiso con el gobierno republicano, hecho que la condujo, irremediablemente, al exilio.

María Zambrano nace en Vélez-Málaga en 1904.Se traslada a Madrid a los cuatro años y de allí a Segovia donde reside hasta 1924.

En Madrid cursa estudios de Filosofía. Asiste a las clases de Ortega y Gasset, y de Zubiri. Se integra en los movimientos estudiantiles y colabora, a partir de 1928 en distintos periódicos.

Vive muy de cerca los acontecimientos políticos de aquellos años, de cuya vivencia será fruto un primer libro: Horizonte del liberalismo, aparecido en 1930

En 1932 fue nombrada profesora auxiliar de metafìsica en la Universidad Central.

Sustituyó a Xavier Zubiri y comenzó a colaborar en la Revista de Occidente, en Cruz y Raya y en la revista Hora de España, desde su primer número, aparecido en 1936.

Se casa con Alfonso Rodríguez Aldave en 1936, recién nombrado secretario de Embajada de España en Santiago de Chile, con quien emprende un primer viaje a La Habana, de donde vuelven al año siguiente, él para incorporarse a filas, ella para colaborar con la República.

Meses después, cuando fue llamada a filas la quinta de mi compañero, decidimos regresar a España, en el momento en que era más evidente que nunca la derrota de la causa en la que creíamos. ¿Y por qué vuelven ustedes a España si saben muy bien que su causa está perdida? Pues por esto, por esto mismo.” (Zambrano, Poesía y filosofía, 1987: 9)

“¿La guerra? —empezó a decir con voz distraída. La guerra civil no la perdimos una vez sola; la perdimos para siempre. Cuando me di cuenta de ese hecho decidí volver a mi país. Si no hubiese sido así, si no hubiésemos perdido la guerra de ese modo seguramente no habría vuelto de América. Le contaré un secreto. Europa se suicidó. Los pocos que se han dado cuenta prefieren no hablar de ello.” (Castañón. “María Zambrano: sueño o verdad”, 1994: 205.)

1939: Se inicia el exilio en 1939Exilio. Va a México y después a la Habana.

“Yo cuando salí de España me prohibí la nostalgia. El exilio no lo elegí. Lo acepté. No me gusta la nostalgia, a no ser que sea la nostalgia de un futuro. Y sin embargo, recuerdo... Veo en el recuerdo a esos inditos de Morelia que me enseñaron a decir Por favor, a hablar quedito, a quitarme el lenguaje mandón que tenemos los españoles”. (Peralta. “Entrevista con la galardonada del Cervantes 1988. Como un sueño México está en mi horizonte”, 1989: s/p.)


1940-1953

Exilio americano ( México, Cuba, Puerto Rico, y nuevamente en Cuba). Se se inicia la publicación de sus obras filosóficas más importantes.

Es nombrada profesora de la Universidad de Río Piedras , en Puerto Rico en 1942

En 1946 viaja a Paris, donde encuentra a su hermana Araceli, torturada por los nazis, al borde de la locura. Se quedará con ella hasta la muerte de ésta. En París entabla amistad con Albert Camus y con René Char. En 1948 se separa de su marido

Se traslada a Roma en 1953. Escribe algunas de sus obras más importante: El hombre y lo divino, Los sueños y el tiempo, Persona y democracia, entre otros.


1954-1983

Años de exilio en Europa, concretamente en Italia, Francia y Suiza.

En 1964 abandona Roma (detalle curioso: es expulsada de Italia por la denuncia de un vecino fascista; causa: los muchos gatos que tenía en su apartamento.

Se traslada a Suiza. Intenso trabajo: amplía El sueño creador, publica España, sueño y verdad y finaliza La tumba de Antígona. De esta época son numerosos artículos que aparecerán en obras posteriores.

El sueño creador

María Zambrano analiza la alternancia de tiempos en El Sueño Creador, guía sobre los sueños .

Distinguió entre dos formas de sueño:

-Sueños de la psique, que corresponden a la atemporalidad de la psique, y entre ellos principalmente los sueños de orexis o de deseo, y los sueños de obstáculo, y

-Sueños de la persona, también llamados sueños de despertar o sueños de finalidad, que son los que procuran a la persona la visión necesaria para su cumplimiento. Cuando surgen durante la vigilia, son denominados sueños reales, y han de ser descifrados a modo de enigma.


El tiempo, pues, constituye la posibilidad de vivir humanamente; de vivir. Ya que el vivir no es lo mismo que la vida. La vida es dada, mas es un don que exige de quien la recibe el vivirla, y al hombre de una especial manera.

Vivir humanamente es una acción y no un simple deslizarse en la vida y por ella. Es lo que, según Ortega y Gasset, distingue al hombre de los demás seres vivos que conocemos. El hombre ha de hacerse su propia vida a diferencia de la planta y del animal que la encuentran ya hecha y que sólo tienen que deslizarse por ella, al modo de cómo el astro recorre su órbita —dormido—, dice. Es indudable”.

(Tomado de «El tiempo», en El sueño creador)

La tumba de Antígona


Obra de corte dramático que se divide en fragmentos, cada uno de los cuales inscribe diálogos entre los principales personajes de la tragedia de Sófocles. Antígona representa para Zambrano el símbolo del sacrificio encarnado en ella misma, en su propia madre y en su hermana Araceli, víctimas inocentes, las tres, del fenómeno demoledor del exilio


“Sombra de mi vida, sombra mía. Una muchacha yo, nada más que eso. Y ¿lo fui? ¿He sido alguna vez solamente eso, una muchacha? ¿Por qué veo esa sombra?, ¿es la mía?, ¿hay luz de nuevo aquí? No, no es de ahora, no puedo ser esa muchacha de quien es la sombra; ligera, alta, fragante. No lo fui nunca. Y ahora hay otra sombra. ¿Eres tú, hermano mío, que más dichoso que yo, recibido por la tierra al fin, vienes a buscarme? ¿Me traes el agua, los aromas, me darás tu mano para llevarme del otro lado?”

(Tomado de La tumba de Antígona)


Claros del bosque
“No me respondes, hermana. He venido ahora a buscarte. Ahora, no tardarás ya mucho en salir de aquí. Porque aquí no puedes quedarte. Esto no es tu casa, es sólo la tumba donde te han arropado viva. Y viva no puedes seguir aquí; vendrás ya libre, mírame, mírame, a esta vida en la que yo estoy. Y ahora sí, en una tierra nunca vista por nadie, fundaremos la ciudad de los hermanos, la ciudad nueva, donde no habrá ni hijos ni padres. Y los hermanos vendrán a reunirse con nosotros. Nos olvidaremos allí de esta tierra donde siempre hay alguien que manda desde antes, sin saber. Allí acabaremos de nacer, nos dejarán nacer del todo. Yo siempre supe de esa tierra. No la soñé, estuve en ella, moraba en ella contigo, cuando se creía ése que yo estaba pensando.
En ella no hay sacrificio, y el amor, hermano, no está cercado por la muerte.
Allí el amor no hay que hacerlo, porque se vive en él. No hay más que amor.
Nadie nace allí, es verdad, como aquí de este modo. Allí van los ya nacidos, los salvados del nacimiento y de la muerte. Y ni siquiera hay un Sol; la claridad es perenne. Y las plantas están despiertas, no en su sueño como están aquí; se siente lo que sienten. Y uno piensa, sin darse cuenta, sin ir de una cosa a otra, de un pensamiento a otro. Todo pasa dentro de un corazón sin tinieblas. Hay claridad porque ninguna luz deslumbra ni acuchilla, como aquí, como ahí fuera”.

Zambrano, M.: "Los hermanos" en La tumba de Antígona, Madrid,

En 1972 muere Araceli en la clínica de Belair, donde había sido internada en 1971.

Pocos días antes de morir le dijo a su hermana: «María, desenróscate, que te prendes a mí como una serpiente. ¡Déjame morir!».

Hacia 1977 comienza a deteriorarse su salud, aunque lo más doloroso para ella es el deterioro de la visión. Apenas puede leer y escribir y, sin embargo, apunta fragmentos de su libro posterior De la aurora, entre ellos: «Los mares», «Espejos» y «Tal como un péndulo».

Se le concede el Premio Príncipe de Asturias de Humanidades de 1981 y comienzan a aparecer en la prensa española numerosas referencias a Zambrano.


1984-1991

Últimos años de su vida, desde su regreso del exilio hasta su muerte.

El año 1984 se recupera de sus dolencias y tras ser operada de cataratas en la clínica ginebrina de Beaulieu, prepara su regreso a España.

Yo he renunciado a mi exilio y estoy feliz, y estoy contenta, pero eso no me hace olvidarlo, sería como negar una parte de nuestra historia y de mi historia. Los cuarenta años de exilio no me los puede devolver nadie, lo cual hace más hermosa la ausencia de rencor. Mi exilio está plenamente aceptado, pero yo, al mismo tiempo, no le pido ni le deseo a ningún joven que lo entienda, porque para entenderlo tendría que padecerlo, y yo no puedo desear a nadie que sea crucificado. “

(Tomado de «Amo mi exilio», en Las palabras del regreso)


Primeramente quise ser una caja de música. Sin duda alguna me la habían regalado, y me pareció maravilloso que con sólo levantar la tapa se oyese la música; pero sin preguntarle a nadie ya me di cuenta que yo no podía ser una caja de música, porque esa música por mucho que a mí me gustara no era mi música, que yo tendría que ser una caja de música inédita, de mi música, de la música, de la música que mis pasos, mis acciones..., y yo era una niña que no tenía remordimientos y aun sin ellos temía, o sabía, que una caja de música no podía ser. [...]

Nietzsche dijo que el amor está más allá del bien y del mal. Y sabía también esto. Lo mismo sucede con aquello que se da por amor, como yo he dado todo, que está más allá del bien y del mal, de la responsabilidad y que yo lo acepto. He aceptado siempre la verdad, me lleve donde me lleve, me traiga lo que me traiga; entonces mi autobiografía, ¿cuál podría ser?; pues todo, todo aquello que he dado y también lo que he querido dar y no he podido. Una autobiografía al par positiva y negativa. Lo negativo es más fácil de decir que lo positivo.”

(Tomado de A modo de autobiografía)


Escribir es defender la soledad en que se está; es una acción que sólo brota desde un aislamiento afectivo, pero desde un aislamiento comunicable, en que, precisamente, por la lejanía de toda cosa concreta se hace posible un descubrimiento de relaciones entre ellas.

El escritor sale de su soledad a comunicar el secreto. Luego ya no es el secreto mismo conocido por él lo que colma, puesto que necesita comunicarle. ¿Será esta comunicación? Si es ella, el acto de escribir es sólo medio, y lo escrito, el instrumento forjado. Pero caracteriza el instrumento el que se forja en vista de algo, y este algo es lo que le presta su nobleza y esplendor.”

(Tomado de Por qué se escribe)


De las cartas a Concha Méndez

[....]

Concha, te recuerdo siempre y te quiero de verdad, ya lo sabes y me gusta cada día más tu poesía. Yo no puedo escribir a mis amigos sino muy rara vez. No puedo escribir... acabar siquiera mi libro en marcha... ¡4 años! Concha, no me deja eso que llaman «la vida». No sé si te habrán contado, si es que alguien lo sabe y si contarse puede. (pág. 161)

Roma, 21 de mayo de 1959

[...] Para mí, más que vuestra casa de Madrid, «La Verónica» de La Habana, cuando el destierro tenía aún una especie de fragancia, de inocencia; ahora ya no sabemos lo que es, quiero decirte, por qué andamos así, separados muriéndonos por aquí y por allá, muriéndonos en todas partes y siempre lejos. Lejos siempre, adondequiera que estemos, estamos lejos y solos. (pág.163)

Trelex-sur Nyon, 7 de agosto de 1959


De las cartas a Emilio Prados

[...] Quiero decirte que en medio de mi «neura», tan motivada, me voy sintiendo no mejor, que eso no, pero parece que las circunstancias a lo menos físicas, me aprietan menos. Y así, al poder de nuevo pasar algunas horas a solas contigo, en mi cuarto, oyendo música, disco tras disco, me he echado o soltado a escribir sobre tu poesía o sobre la poesía en ti. Y esto me tiene feliz allá por dentro. Quiera Dios que nada venga a interrumpirme, a cortarme esas horicas de salud y reposo. Lo que más me gusta es que creo que saldrá solo. (pág. 132)

(Tomado de Homenaje a María Zambrano, El Colegio de México,
México, 1998; se indican las páginas en cada texto)

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